Se empieza a construir en 1816, tomándose como eje el Teatro Real enfrentado al Palacio Real. Su trazado definitivo se realiza en 1850 por Narciso Pascual Colomer.

Es una plaza rectangular de cabecera curvada y de caracter monumental. Está presidida por el Palacio Real y el Teatro Real. 

Está presidida por dos de los edificios más relevantes de la capital, el Palacio Real y el Teatro Real y muy cerca del Monasterio de la Encarnación. 

La plaza alberga diferentes jardines histórico artísticos y una colección de esculturas, en la que destaca Felipe IV, considerada la primera estatua ecuestre del mundo sujetada únicamente por las patas traseras del caballo.

La plaza alberga una colección escultórica de veinte reyes españoles, correspondientes a reyes  visigodos y monarcas de los primeros reinos cristianos. Estas estatuas se distribuyen en dos hileras, que surcan el recinto en dirección este-oeste, a ambos lados de los jardines centrales.